LA OTRA VIDA DE LEONARDO DA VINCI de Elna y Georgina

PRIMER ACTO

NARRADOR:-Leonardo da Vinci empezaba a ser reconocido en Italia. Sus obras se vendían a precio de oro y todo gracias a Marco Piore, su mecenas. Marco había encontrado a Leonardo cuando éste tenía sólo 14 años. Intentaba vender cuadros dibujados sobre pieles o tejas al carbón. Marco pasó y se quedó sorprendido por el talento de aquel chico.

MARCO:- ¿Dónde están tus padres?

LEONARDO:- No tengo familia. Mis padres me abandonaron con tan solo 7 años (con voz apesadumbrada).

MARCO:- Tienes mucho talento. ¿Cómo te llamas?

LEONARDO:- Leonardo da Firie.

MARCO:-No. A partir de ahora serás Leonardo da Vinci. Yo te convertiré en el pintor más famoso de Italia y más tarde serás reconocido mundialmente. Tus cuadros perdurarán siglos y siglos y habrá guerras por conseguirlos.

(Leonardo está en su estudio recordando aquel momento)

LEONARDO:- Marco Piore ha sido mi salvador. Me ha proporcionado una vida mejor de la que nunca hubiera podido soñar. Me ha lanzado a la fama y todo lo que ha prometido lo ha cumplido. No puedo traicionarle de esta manera, enamorándome de su mujer. Pero ya es demasiado tarde.

(En aquel momento entra Marco acompañado de su mujer)

NARRADOR:-Ella se llamaba Isabella pero la llamaban La Gioconda porque se hacía confeccionar la ropa en la sastrería La Gioconda, la más cara de toda Florencia.

MARCO:- ¡Leonardo! Acabamos de vender tu último cuadro:” La Última Cena”. Y ¿a qué no sabes cuanto han pagado por él? ¡Nada más y nada menos qué 1000000 florinos! Y no me extraña, es un cuadro maravilloso, el mejor que has hecho en años diría yo. ¡Oh! Cuando lo han visto se han quedado boquiabiertos por la magnificencia…

(Leonardo ya no lo escucha. Sólo está pendiente de Isabella que está de pie al lado de su marido dirigiéndole aquella misteriosa sonrisa.)

MARCO:- … de Isabella (Leonardo al oír ese nombre que le hace volver loco vuelve a prestar atención a las palabras de su mecenas). Lo colgaría en mi salón para que todos mis invitados pudieran contemplar la belleza de mi mujer. Qué te parece ¿me harías el favor de pintarme este cuadro?

LEONARDO:- Por supuesto. Para mí sería un honor dibujar a una mujer tan bella aunque no sé si seré capaz de plasmar tal majestuosidad.

MARCO:- ¡Perfecto! ¿A ti te parecería bien, reina mía?

ISABELLA:- Será un placer. (Responde con tono sereno)

MARCO:- Pues, adelante. No perdamos tiempo. Os dejo solos para que podáis trabajar sin interrupciones.

SEGUNDO ACTO

 (Están solos Leonardo e Isabella, él pintando sobre el lienzo, El cuadro ya estaba casi acabado)

LEONARDO:- Tengo que confesarle algo…

ISABELLA:- No hace falta que digas nada, lo presiento, lo sé.

LEONARDO:- ¡Entonces! ¿Usted siente lo mismo que yo?

ISABELLA:- No importa lo que yo sienta, lo que importa es que este amor es imposible, así que lo mejor es que me vaya.

(Isabella se va).(Leonardo sabe reaccionar a tiempo e impedir que se vaya)

LEONARDO:- ¡Qué he hecho yo para merecer esto, Isabella nunca estará conmigo!…Lo mejor que puedo hacer es desaparecer de este mundo… (lamentándose).

Pero no quiere defraudar a Marco; él no se merece que le robe su mujer, él no se merece que deje inacabado el cuadro…. Terminaré el cuadro y le dejaré una nota diciéndole que se puede quedar todos los beneficios. Estoy muy agradecido por todo lo que ha hecho por mí y debo marcharme para no defraudarlo.

(Se ve una imagen de Leonardo acabando el cuadro y pintando el fondo de una forma difusa como si fuera un sueño y escribiendo una nota).

TERCER ACTO

(Aparece Leonardo con un cuchillo)

LEONARDO:- Mundo cruel aquí te dejo… mucha gente no comprenderá ya que lo tengo todo: fama, dinero, estilo… pero me falta el pilar de la vida, el sol del universo, el corazón de mi cuerpo, la pintura en un cuadro… Me falta el amor, el amor,  saber que alguien me quiere, el amor, saber que alguien piensa en mí…Isabella, sólo quiero decirte una cosa…espero que seas feliz y que algún día grandes multitudes de todas las partes del mundo viajen sólo para ver nuestro cuadro: La Gioconda.

NARRADOR:- Estas fueron las últimas palabras del gran Leonardo Da Vinci, desconocidas hasta el día de hoy.

(Leonardo se clava el cuchillo en el pecho y agonizante exclama sus últimas palabas)

LEONARDO:- ¡Te quiero! (Y con su sangre escribe en el suelo: La Gioconda).